Hemodiálisis

La hemodiálisis es un tratamiento para filtrar las toxinas y el agua de la sangre, como lo hacían los riñones cuando estaban sanos. Ayuda a controlar la presión arterial y a equilibrar los minerales importantes en la sangre como el potasio, el sodio y el calcio.

La hemodiálisis no es una cura para la insuficiencia renal, pero puede ayudar a que el paciente se sienta mejor y viva más tiempo. 

La mayoría de las personas acuden a un centro de diálisis para recibir tratamiento. En el centro, el personal médico y de enfermería configuran la máquina de diálisis y ayudan al paciente a conectarse. Un equipo de trabajadores de la salud estará disponible para ayudarle. Otros miembros del equipo pueden incluir, técnicos de atención médica, un nutriólogo, y un trabajador social. El paciente tendrá un horario fijo para los tratamientos, generalmente tres veces por semana: lunes, miércoles y vienes; o martes, jueves y sábado. Cada sesión de diálisis dura aproximadamente 3-4 horas. 

¿Qué sucede durante la hemodiálisis?

Durante la hemodiálisis, se bombea la sangre a través de un filtro conocido como dializador, fuera del organismo. El dializador también se conoce como “riñón artificial”.

Al comienzo de un tratamiento de hemodiálisis, una enfermera o un técnico de diálisis colocará dos agujas en el brazo del paciente. Es posible que el paciente prefiera ponerse sus propias agujas después de que el equipo de atención médica lo haya capacitado. Puede usar una crema o aerosol para adormecer la piel si las agujas le molestan en el punto de entrada. Cada aguja está sujeta a un tubo blando conectado a la máquina de diálisis. La máquina de diálisis bombea la sangre a través del filtro y la devuelve al organismo. Durante el proceso, la máquina de diálisis verifica la presión arterial y controla qué tan rápido:

  • fluye la sangre a través del filtro
  • se extrae el líquido del organismo
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¿Qué pasa con la sangre del paciente mientras está en el filtro?

La sangre pasa por un extremo del filtro y entra a muchas fibras huecas muy delgadas. A medida que la sangre pasa a través de las fibras huecas, la solución de diálisis pasa en dirección opuesta en el exterior de las fibras. Las toxinas de la sangre pasan a la solución de diálisis. La sangre filtrada permanece en las fibras huecas y regresa al organismo.

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El nefrólogo, un médico que se especializa en problemas renales, le recetará al paciente una solución de diálisis para satisfacer sus necesidades. La solución de diálisis contiene agua y sustancias químicas que se agregan para eliminar de manera segura las toxinas, el exceso de sal y el líquido de la sangre. El médico puede ajustar el equilibrio de los productos químicos en la solución si:

  • los análisis de sangre muestran que la sangre tiene demasiada o muy poca cantidad de ciertos minerales, como potasio o calcio
  • el paciente tiene problemas como presión arterial baja o calambres musculares durante la diálisis

¿Puede el dializador hacer todo lo que los riñones del paciente alguna vez hicieron?

No. La hemodiálisis puede reemplazar parte de la función renal, pero no toda. La diálisis ayudará a mejorar el nivel de energía del paciente, y los cambios que realice en su dieta pueden ayudarle a sentirse mejor. Limitar la cantidad de agua y otros líquidos que el paciente bebe y absorbe a través de los alimentos puede ayudar a evitar que se acumule demasiado líquido en el organismo entre tratamientos. Los medicamentos también ayudan a mantener la salud mientras el paciente está en diálisis.

¿Cómo se prepara el paciente para la hemodiálisis?

La diálisis es un tratamiento complejo que toma tiempo entender. Debido a que la mayoría de las personas no se sienten mal sino hasta poco antes de comenzar la diálisis, es probable que aún se sientan bien cuando el médico les hable por primera vez sobre la necesidad de prepararse para recibir diálisis. No se trata de comenzar la diálisis antes de que sea necesario, pero la preparación toma tiempo.

Cuidar los vasos sanguíneos de los brazos

Es importante proteger las venas del brazo antes de comenzar la diálisis. Si el paciente tiene enfermedad renal, debe recordar a los proveedores de atención médica que extraigan la sangre e inserten las líneas intravenosas solo en las venas por debajo de la muñeca; por ejemplo, debe pedirles que usen una vena en el dorso de la mano. Si se ha dañado una vena del brazo por causa de una vía intravenosa o por extracciones repetidas de sangre, es posible que esa vena no se pueda usar para la diálisis.

Cirugía para el acceso vascular

Un paso importante antes de comenzar el tratamiento de hemodiálisis es hacer una pequeña cirugía para crear un acceso vascular. El acceso vascular será la línea vital a través de la cual el paciente se conectará al dializador. La diálisis mueve la sangre a través del filtro a alta velocidad. El flujo de sangre es muy fuerte. La máquina extrae y devuelve casi una pinta de sangre al organismo cada minuto. El acceso será el lugar en donde se insertarán las agujas para permitir que la sangre fluya y regrese al organismo a una gran velocidad durante la diálisis.

Existen tres tipos de acceso vascular:

  • una fístula arteriovenosa (AV)
  • un injerto AV
  • un catéter

Fístula arteriovenosa
El mejor tipo de acceso a largo plazo es por medio de una fístula arteriovenosa (AV). El cirujano conecta una arteria a una vena, generalmente en el brazo, para crear una fístula AV. Una arteria es un vaso sanguíneo que transporta sangre desde el corazón. Una vena es un vaso sanguíneo que devuelve la sangre al corazón. Cuando el cirujano conecta una arteria a una vena, la vena se ensancha y se vuelve más gruesa, lo que facilita la colocación de las agujas para la diálisis. La fístula AV también tiene un gran diámetro que permite que la sangre fluya y regrese rápidamente al organismo. El objetivo es permitir un alto flujo de sangre para que pueda pasar la mayor cantidad de sangre a través del dializador.

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La fístula AV se considera la mejor opción porque:

  • proporciona el mayor flujo sanguíneo para la diálisis
  • es menos probable que se infecte o forme coágulos
  • dura más

La mayoría de las personas pueden regresar a casa después de una cirugía ambulatoria. El paciente recibirá anestesia local para adormecer la zona donde el cirujano vascular crea la fístula AV. Dependiendo de la situación del paciente, puede recibir anestesia general y no estar despierto durante el procedimiento.

Injerto AV
Si el paciente tiene problemas con las venas que impiden hacerle una fístula AV, es posible que necesite un injerto AV. Para crear un injerto AV, el cirujano usa un tubo artificial para conectar una arteria a una vena. Se puede usar un injerto AV para la diálisis poco después de la cirugía. Sin embargo, es más probable que el paciente tenga problemas con infecciones y coágulos de sangre. Los coágulos de sangre frecuentes pueden bloquear el flujo de sangre a través del injerto y dificultar o imposibilitar la diálisis.

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Catéter de acceso temporal
Si la enfermedad renal del paciente ha progresado rápidamente o si no se le colocó un acceso vascular antes de que necesitara diálisis, es posible que necesite un catéter venoso, que es un tubo pequeño y suave que se inserta en una vena en el cuello, pecho o piena cerca de la ingle, como un acceso temporal. El nefrólogo o un radiólogo intervencionista, que es un médico que usa equipos de imágenes médicas para hacer una cirugía, coloca el catéter venoso mientras el paciente está en el hospital o en una clínica ambulatoria. Se le aplicarán anestesia local y medicamentos para mantenerlo tranquilo y relajado durante el procedimiento.

¿Qué cambios tendrá que hacer el paciente cuando comience la hemodiálisis?

Debe ajustar su vida para incorporar las sesiones de tratamiento de diálisis a su rutina. Si recibe diálisis en el centro, es posible que deba descansar después de cada tratamiento. Puede ser difícil ajustarse a los efectos de la insuficiencia renal y al tiempo que dedica a la diálisis. Es posible que necesite hacer cambios en su trabajo o en su vida familiar, renunciando a algunas actividades y responsabilidades. Aceptar estos cambios puede ser difícil para el paciente y su familia. Un consejero de salud mental o trabajador social puede responder preguntas y ayudar al paciente a sobrellevar la enfermedad.

El paciente tendrá que cambiar lo que come y bebe. El equipo de atención médica puede ajustarle los medicamentos que toma.

Cuidar el acceso

El acceso es la línea vital, por lo tanto debe protegerlo. Debe lavar la zona alrededor del acceso con agua tibia y jabón todos los días y revisar la zona para detectar signos de infección, como calor o enrojecimiento. Cuando la sangre fluye a través del acceso y este funciona bien, el paciente puede sentir una vibración sobre la zona. Debe informar al centro de diálisis si no puede sentir la vibración.

Cambiar lo que come y bebe

Si el paciente está en hemodiálisis, es posible que deba limitar:

  • el sodio en los alimentos y bebidas
  • los alimentos ricos en fósforo
  • la cantidad de líquido que bebe, incluso el líquido que se encuentra en los alimentos. El líquido se acumula en el organismo entre los tratamientos de hemodiálisis.

También podría necesitar:

  • agregar proteínas a la dieta porque la hemodiálisis elimina las proteínas
  • escoger alimentos con la cantidad adecuada de potasio
  • tomar vitaminas elaboradas para personas con insuficiencia renal
  • encontrar formas saludables de agregar calorías a la dieta porque es posible que se sienta inapetente

¿Cómo sabe el paciente si la hemodiálisis está funcionando?

El paciente sabrá si los tratamientos de hemodiálisis están funcionando dependiendo de cómo se sienta. El nivel de energía puede aumentar y es posible que tenga más apetito. La hemodiálisis reduce la acumulación de sal y líquidos, por lo tanto debería tener menos dificultad respiratoria y menos hinchazón.

Para aprovechar al máximo el tratamiento de hemodiálisis, el paciente debe mantener su “peso seco” ideal. El peso seco ideal es el peso cuando no se tiene exceso de líquido en el organismo. Si el paciente tiene cuidado con el sodio en la dieta y la hemodiálisis está funcionando, debería poder alcanzar su peso seco ideal al final de cada tratamiento de hemodiálisis. Cuando los tratamientos de hemodiálisis funcionan y el paciente mantiene su peso seco ideal, la presión arterial debería estar controlada.

Además, los análisis de sangre pueden mostrar qué tan bien están funcionando los tratamientos de hemodiálisis. Una vez al mes, bien sea que el paciente esté en hemodiálisis en la casa o en el centro de diálisis, le harán un examen de sangre en el centro de diálisis.

¿Cuáles son los posibles problemas de la hemodiálisis?

Se podría tener un problema con el acceso vascular, que es la razón más común por la que las personas en hemodiálisis necesitan ir al hospital. Cualquier tipo de acceso vascular puede:

  • infectarse
  • tener un flujo sanguíneo deficiente u obstrucción debido a un coágulo o cicatriz

Estos problemas pueden impedir que los tratamientos funcionen. Es posible que se necesiten más procedimientos para reemplazar o reparar el acceso para que funcione correctamente.

Algunos cambios repentinos en el agua y el equilibrio químico del organismo durante el tratamiento pueden causar otros problemas como:

  • calambres musculares
  • una caída repentina de la presión arterial, llamada hipotensión. La hipotensión puede causar que el paciente se sienta débil, mareado o con malestar estomacal.

El médico puede cambiar la solución de diálisis para ayudar a evitar estos problemas. Los tratamientos más prolongados y más frecuentes de la hemodiálisis en la casa tienen menos probabilidad de causar calambres musculares o cambios rápidos de la presión arterial que la diálisis estándar en el centro.

Se puede perder sangre si la aguja se sale del acceso o el tubo se sale del dializador. Para evitar la pérdida de sangre, las máquinas de diálisis tienen un detector de fugas de sangre que activa una alarma. Si este problema ocurre en la clínica, una enfermera o un técnico estará disponible para tomar acción. Si se está haciendo diálisis en la casa, la capacitación preparará al paciente y a su acompañante para solucionar el problema.

Es posible que se necesiten algunos meses para adaptarse a la hemodiálisis. El paciente debe informar siempre los problemas a su equipo de atención médica, que a menudo puede tratar los efectos secundarios de manera rápida y sencilla. Se pueden evitar muchos efectos secundarios siguiendo el plan de alimentación que se desarrolle con el dietista, limitando la ingesta de líquidos y tomando los medicamentos según las indicaciones.

Fuente: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-rinones/insuficiencia-renal/hemodialisis

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